Para comprender la importancia de cambiar los amortiguadores en el momento adecuado es interesante conocer las bases de su funcionalidad, su estructura y su acción durante la circulación del vehículo.
La función de los amortiguadores en el sistema de suspensión
El amortiguador es el elemento principal del sistema de suspensión y su función es absorber la energía cinética y neutralizar el impacto de cualquier golpe. Se trata de un elevador que contiene aceite, en el cual se integra un pistón perforado. La firmeza del amortiguador depende del tamaño de ese orificio y de la densidad del aceite empleado. En general, los conductores suelen estar muy atentos al estado de los neumáticos, mientras que el control de los amortiguadores, con frecuencia, se olvida.
Es imprescindible no obviar el cambio de amortiguadores, ya que tiene la misma trascendencia que el cambio de neumáticos y el mantenimiento de los frenos del vehículo. Circular con unos amortiguadores deteriorados aumenta la distancia de frenado, principalmente en vehículos equipados con ABS, que pierde su efectividad, y también reduce el control del coche en las curvas. Además, contar con unos amortiguadores en buen estado permite reducir los mareos que algunas personas padecen al viajar en coche.
¿Cada cuánto cambiar los amortiguadores?
Los amortiguadores comienzan a perder eficacia a partir de los 30 000 kilómetros, y conviene revisarlos cada 20 000 kilómetros. Es posible que en la conducción normal no se aprecie el deterioro de los amortiguadores, pero sí que se perciba en situaciones extremas, como los frenazos de emergencia o al esquivar un obstáculo rápidamente.
Se puede estimar el estado de los amortiguadores empujando con fuerza justo por encima de cada rueda. Al llegar al punto máximo de compresión, se suelta para ver qué ocurre. Si vuelve a su sitio suavemente, el amortiguador está en buen estado. Si reacciona con un rebote, es síntoma de que hay que cambiarlo. Es fundamental no olvidar que hay que cambiar los dos amortiguadores del mismo eje al mismo tiempo, nunca solo uno. Para saber cuándo cambiar los amortiguadores se pueden tomar como parámetros los cinco años de uso o cada 60 000 kilómetros. A partir de los 100 000 kilómetros la operatividad de los amortiguadores es nula.